INTERNACIONALES
Los restos hallados en Maldivas no pertenecen al avión malasio desaparecido
«Mi equipo vio lo restos. No son del (vuelo) MH370, ni
siquiera son material de avión», dice el ministro malasio de Transportes
Los restos hallados en Maldivas no pertenecen al avión
malasio desaparecido
Agentes franceses inspeccionan mapas de las áreas donde
podría estar el MH370
Los restos encontrados en la República de Maldivas no pertenecen
al Boeing 777-200 de Malaysia Airlines que desapareció con 239 personas a bordo
en 2014, ha informado este viernes el ministro malasio de Transporte, Liow
Tiong Lai.
«Mi equipo vio lo restos. No son del (vuelo) MH370, ni
siquiera son material de avión», ha declarado el ministro a los periodistas en
Kuala Lumpur, según la versión del medio local Malaysia Insider.
Liow ha añadido que, no obstante, si apareciese algún objeto
que pudiese ser de aparato que buscan lo enviarían a los expertos para que lo
analizasen.
Un avión de Malaysia Airlines, con número de vuelo MH370,
despegó de Kuala Lumpur el 8 de marzo de 2014 con 239 personas a bordo y
destino Pekín, pero desapareció pasados 40 minutos, después de que alguien
apagase los sistemas de comunicación.
La investigación internacional que se montó para localizarlo
cree que el avión cambió de rumbo y acabó por estrellarse sin combustible en
una remota zona del sur del Índico, al oeste de Australia.
La primera prueba física que apoya esta teoría, un alerón,
se encontró a finales del pasado julio en la isla francesa de La Reunión,
situada al este de Madagascar.
El primer ministro de Malasia, Najib Razak, anunció el 5 de
agosto que el alerón pertenece al MH370 perdido, aunque los responsables del
análisis de la pieza que se lleva a cabo en Francia se mostraron más prudentes
y solo dicen que existe una «fuerte presunción» de que así sea.
La búsqueda en La Reunión de posibles restos continuará
hasta principios de la semana que viene.
Por su parte, un equipo de especialistas con buques y
sumergibles registran una área de 60.000 kilómetros cuadrados en el Índico
donde calculan que se estrelló el avión y debe estar el cuerpo principal del
aparato con las cajas negras.
OJO A NO GOLPEARSE
“Me di un golpe y cuando desperté era gay”
“Cuando me desperté,
me sentía raro”, explica Chris Birch, un inglés de 26 años. “Ya no estaba
interesado en las mujeres, era completamente gay, aunque nunca antes me había
sentido atraído por un hombre y ni siquiera tenía amigos homosexuales”.
El caso de Chris Birch es digno de una novela de ciencia
ficción. Este joven era hasta la fecha un heterosexual más que se divertía con
las aficiones típicas de la gente de su edad. Era jugador de rugby, trabajaba
en un banco y pasaba las horas viendo deportes y bebiendo con sus compañeros de
equipo. Incluso se había prometido con su novia y estaban pensando en irse a
vivir juntos.
Sin embargo, durante un entrenamiento de su equipo el joven
sufrió un accidente cerebrovascular y cuando despertó del coma aseguró que “era
gay”, explica al diario inglés Mirror. Birch asegura que “no le preocupaba cómo
era antes”, pero dice que “tenía que ser fiel a sus sentimientos”.
Ahora, el joven afirma que “odia todo lo referente a su vida
anterior”. Ya no queda con sus antiguos amigos, no le gusta el deporte y
encuentra su anterior trabajo “aburrido”. Chris ha sufrido un cambio radical y
ahora se dedica a la peluquería, tiene un novio de 19 años y ha cambiado su
look de forma espectacular. Pero, ¿es posible que alguien pueda cambiar de la
noche a la mañana de orientación sexual? ¿Puede un golpe o una experiencia
traumática cambiar nuestra personalidad, gustos o habilidades? Si se lo
preguntamos a Birch, la respuesta es que sí. Sin embargo, ¿qué opinan los
profesionales?
José Antonio Portellano Pérez, neuropsicólogo y profesor
titular de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), asegura a El
Confidencial que “no se cree esta historia” porque la orientación sexual no
cambia de la noche a la mañana, pero da una serie de explicaciones que podrían
responder de forma lógica a este caso.
Cuando alguien sufre un accidente cerebrovascular se produce
un daño. En algunos casos puede desembocar en un coma, que es una respuesta
automática de nuestro cuerpo para evitar que el cerebro sufra, reduciendo el
consumo de energía. En el momento en que la persona sale del coma y “resucita”
siempre se va a producir una laguna amnésica y el individuo puede llegar a
recuperar la memoria parcialmente. Esto desemboca en posibles cambios
emocionales que pueden producirse en nuestro carácter.
“Una salida del armario desde el propio cerebro”
Al verse afectada la zona prefrontal, que es la más
importante de nuestro cerebro, la persona puede volverse más sensible, más
agresiva, más irascible, puede perder el control, perder facultades
comunicativas, etc. Por lo que estos cambios pueden llegar a decantar su
orientación sexual, que ya estaría prefijada.
Sin embargo, Portellano afirma que no se puede
responsabilizar al golpe de la orientación sexual de Birch. “Cuando se lesiona
el cerebro, se dañan los sistemas internos que regulan las emociones. Si se
perjudica al lóbulo frontal, responsable de la toma de decisiones, éste le
impedirá que pueda ser como antes”. Por ello, el neuropsicólogo está convencido
de que este caso podría responder a “una salida del armario desde el propio
cerebro”.
Portellano comenta que sí podrían haberse producido cambios
en la personalidad del joven, como que sea menos agresivo, más sensible y que
ya no muestre interés por deportes como el rugby o por su trabajo anterior. Sin
embargo, cree que al modificarse las conexiones entre el área racional y
emocional y al producirse cambios en el órgano responsable de la toma de
decisiones, esto podría haberle llevado a decidirse por dar a conocer su verdadera
orientación sexual.
El neuropsicólogo asegura que si se daña el cerebro puede
dañarse algún aspecto relacionado con el sexo, pero no sólo hay un área que
está pendiente de este asunto, sino que hay muchas partes cerebrales
entrelazadas que componen el centro sexual.
Para solucionar los posibles cambios que pueden producirse
tras un accidente de este tipo, el profesor de la UCM recomienda acudir a
rehabilitación cognitiva, donde a partir de una serie de ejercicios se
conseguirá mejorar la memoria, la toma de decisiones o aprender a regular
nuestras emociones.
Hay otros casos que hablan de una adquisición de habilidades
tras sufrir una experiencia traumática de este tipo. Es lo que dice que le
ocurrió Alan Brown, un padre de familia inglés que despertó de un coma tras
haber sufrido un golpe en la cabeza. Este hombre asegura que cuando
"resucitó", podía pintar y dibujar con increíbles detalles, a pesar
de que nunca antes había tenido esta habilidad. “Es como si se hubiese
accionado un botón en la parte creativa de mi cerebro”, aseguró este hombre.
Sin embargo, José Antonio Portellano también niega que tras
una experiencia así puedan adquirirse nuevas habilidades y es claro sobre este
asunto: “con un daño en el cerebro siempre se pierden facultades, no se gana ninguna”.
Así ataca y derriba un águila enfadada... a un dron
El dueño del aparato, un operario australiano, ha colgado el vídeo del ataque en Youtube, donde ya ha recibido más de 50.000 visitas
Añadan águilas a la lista de aquellos a los que no les
gustan los drones. Así lo pudo comprobar un operador de drones australiano
cuando un águila derribó de un «puñetazo» su sofisticado aparato
«Esto es lo último que un pajarito ve antes de convertirse
en la cena de un águila», comenta Adam Lancaster, el dueño del aparato
derribado que cuelga vídeos aéreos en la descripción de éste en cuestión.
Aunque lo que más le importaba a Lancaster era el estado del
ave. Afortunadamente, el águila no resultó herida. «Estaba bien, era enorme y
usó sus garras intencionadamente para darle un 'puñetazo' a mi dron que lo
llevó al suelo de un solo golpe», aclaró el hombre. «Tras derribarlo siguió
dando vueltas como si nada».
Tomándoselo con humor, Lancaster ha decidido añadir una
nueva norma de seguridad de vuelo, «si ves un ave rapaz mientras vuelas...
aterriza».
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