- Desde un crucero da consejos
DOMINGO CAVALLO, EXMINISTRO DE ECONOMIA
Nota realizada por un medio español
El inventor argentino del «corralito» aconseja a Tsipras:
«Evite el corralón»
FACUNDO F. BARRIO / MADRID
Día 05/07/2015 - 12.24h
Fue gestor de la crisis de 2001 en Argentina e ideó la
traumática medida que hoy replica Atenas. Cree que «la tragedia griega puede
ser todavía peor»
El inventor argentino del «corralito» aconseja a Tsipras:
«Evite el corralón»
ABC
Domingo Cavallo es recordado en Argentina como el padre e
inventor del «corralito», aquella traumática retención de depósitos bancarios
que se aplicó en el país sudamericano durante la tremenda crisis de 2001, y que
hoy vuelve a vivirse en Grecia. Desde un crucero en el Mediterráneo, el
exministro argentino de Economía atendió por teléfono a ABC para dialogar sobre
el drama griego y sus similitudes con el desastre que él mismo gestionó en
Argentina. Pese al desprestigio que sufre en su propio país, Cavallo se animó a
darle un consejo al primer ministro heleno, Alexis Tsipras: «Evite el corralón y
negocie con la troika, o la tragedia será aún peor».
—¿Podría explicar el «corralito» para personas sin
conocimientos económicos especiales?
—Es un tipo de restricción que se aplica como medida de
contención de muy corto plazo ante una crisis financiera con retiro masivo de
depósitos y salida de capitales al exterior. Se trata de un control de
cambios:el dinero que la gente tiene en cuentas bancarias se utiliza para pagos
externos, pero no se puede transferir al exterior. A la vez, como retirar
dinero en efectivo es una forma de sacarlo del circuito, es necesario imponer
restricciones a su fuga para que ese control funcione.
—El «corralito» es recordado por los argentinos como un
trauma.
—No había otra alternativa. Pero el problema en Argentina no
fue el «corralito», sino el posterior «corralón», algo que todavía Grecia puede
evitar. El «corralón» fue una estafa del Gobierno posterior al nuestro
implementada en 2002, que consistió en la transformación de los depósitos que
estaban en dólares a pesos argentinos. Después de eso, el peso sufrió una
terrible devaluación que le quitó a la gente la mitad del valor de sus ahorros.
A la vez, benefició a quienes estaban endeudados en dólares y provocó un
derrumbe del salario real y las pensiones. Grecia está a tiempo de evitar lo
peor de esa experiencia argentina.
—¿Usted se siente en condiciones de dar algún consejo a
Alexis Tsipras?
—Que evite el «corralón». Que siga negociando con la troika
para que ésta mantenga su apoyo financiero a Grecia. Así podrá levantar el
corralito. Pero también es clave que la troika conceda intereses y plazos para
la deuda asumibles para Atenas. A su vez, Grecia debe producir el ajuste fiscal
necesario. De otra manera, vendrá el «corralón» y la tragedia griega será mucho
peor que la austeridad que resisten. Además, en ese caso es probable que Grecia
salga del euro y quede bajo la órbita política y económica de Rusia.
—¿Entonces el «corralón» implicaría el regreso al dracma?
—Exacto. Si en lugar de levantar el «corralito» a partir de
un acuerdo con Europa, Atenas reintroduce el dracma, el ajuste fiscal que han
resistido hasta ahora se producirá por efecto de la devaluación y la inflación,
pero con consecuencias mucho más brutales.
—¿Salir del euro no le permitiría a Grecia renegociar su
deuda?
—La única forma de licuar una deuda externa es repudiándola.
Se puede intentar una reestructuración como la que hizo Néstor Kirchner en
Argentina, pero hoy vemos los enormes problemas que eso trajo a Argentina con
los «fondos buitre».
—Si Grecia negocia, ¿cómo hará para pagar su deuda si está
en plena recesión?¿Endeudándose otra vez?
—Si Grecia implementa el programa que le propone Europa,
seguramente la troika aliviará las condiciones de intereses y plazos. Grecia
tiene argumentos para pedir tal cosa, ya que la asistencia financiera europea a
Atenas no fue para salvar a la propia Grecia sino a los bancos que le habían
prestado fortunas sin medir los riesgos. Pero para solicitar eso, primero
Grecia debe demostrar que está dispuesta a hacer el ajuste fiscal pertinente.
En cambio, Tsipras asumió una actitud totalmente beligerante.
—En 2001, el Gobierno argentino no fue beligerante, sino
dócil, y sin embargo el FMI le abandonó a su suerte.
—En el caso de la Argentina, el problema fue que el exdirector
del FMI, Horst Köhler, decidió caprichosamente interrumpir las negociaciones y
quitarnos el apoyo. Fue producto de una pelea suya con George W. Bush:Köhler
pretendía queEE.UU. contribuyera al apoyo financiero a Argentina, tal como la
CasaBlanca promovía hacerlo en aquel momento con Turquía. Como Washington no
respondió, Köhler suspendió las negociaciones. Aquello fue un error del FMI.
Pero en el caso de Grecia, quien suspendió el diálogo fue Atenas. Los griegos
tienen que aprovechar la predisposición a negociar de Christine Lagarde.
—Por qué Grecia debería confiar en el FMI?
—A diferencia de lo que ocurrió en Argentina, donde el FMI
no dio el apoyo necesario para abrir el «corralito», ahora la troika ha
demostrado con miles de millones de euros que está dispuesta a salvar a Grecia.
El desastre argentino ocurrió porque el Gobierno de 2002 abandonó el contacto
con el FMI y aplicó el «corralón».
—¿El desastre argentino no comenzó en 2001?
—El destrozo de los salarios y las pensiones fue en 2002. Las
imágenes de los argentinos martillando las puertas de los bancos no son de
2001, sino del año siguiente. Grecia ahora está en 2001, y lo que tiene que
evitar es caer en 2002. Lo peor aún está por venir.
NdR: Domingo Cavallo tristemente recodado por el 99.37 % de los argentinos, recuerden que lo votaron el 0.63 en las ultimas elecciones en Córdoba, se anima a darle consejos a los griegos navegando por el Mediterraneo, Triste paradoja, hundio a nuestro país quiere hundir a Grecia con sus consejos y el se encuentra a flote
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