DEPORTES
Froilán, en el recuerdo
El 15 de junio, se cumplió
el segundor aniversario del fallecimiento de José Froilán González. Sin
embargo, deautosmotivo prefiere recordarlo, a 61 años de uno de sus triunfos
más importantes: Las 24 Horas de La Mans de 1954.
Nuestro Pepe cumplió la proeza de manejar 17 de las 24 horas
de carrera, en la Ferrari 375 “plus” que compartió con el francés Maurice
Trintignant. Así, con su simpleza habitual y modos campechanos, el arrecifeño
recordaba junto con Roberto Carozzo aquella hazaña, en el libro José Froilán
González una pasión sobre ruedas.
“A pesar de que el 5 litros tenía el parabrisas más grande,
el viento se sentía un poco. Y más en las condiciones en que corrimos, en que
teníamos que llevar las máscaras para agua. Me tocó andar en el agua 17 de las
24 horas. La cadera se me había mojado toda y era hielo, porque las ruedas
tiraban el agua por las hendijas de las chapas y entraba en el habitáculo.
Cuando hay presión, el agua no lo parás de ninguna manera.”
“Eran las dos de la tarde. Faltaban dos horas para terminar.
Paró Trintignant en boxes, cargamos nafta, cambiamos las dos ruedas de atrás,
todo muy rápido, subo al auto, le doy a los magnetos –tenía dos magnetos- le
doy a la llave de contacto: ‘bo-bo-bop, bo-bo-bop’. No arranca. Por ahí hacía
una explosión y paraba. Y el viejo Bazzi, ese que me hizo ganar la carrera a
mí, saca el capó y desenchufa los cables de bujía para hacer el salto de
chispa. De los doce cilindros arrancaron
los seis de un lado y el viejo Bazzi pegaba unos saltos bárbaros. ¿Te
imaginás, con las chispas que larga
eso?”.
“Sabés cuánto perdí? Perdí siete minutos y pico. Cuando salí
de nuevo a la pista estaba loco, loco, y fijate vos que cuando me señalaron los
tipos la diferencia, me señalan mal. Hay una foto, donde me pone Bernardo
(Pérez) que llevaba sólo 42 segundos de ventaja, pero llevaba un poco más de
eso”.
Según las crónicas de época, la diferencia era de 1 minuto y
37 segundos. “La pucha”, continúa Froilán, “yo había salido de boxes pensando
que el auto me iba a entrar a fallar en la recta larga y se me iba a escapar la
carrera. Y vos sabés que el motor se empezó a limpiar, a limpiar, y a la
segunda, tercera vuelta, se limpió del todo y empezó a andar que era un
trueno”.
“Me empecé a escapar despacito, pero ya el auto no tenía más
frenos. Ya le había hecho casi 4.000 kilómetros y estaba sin frenos. Los Jaguar
llevaban los frenos a disco (fueron los primeros coches sport que los
utilizaron) en las cuatro ruedas y nosotros llevábamos los frenos a tambor.
Cuando se gastaba la cinta, chau, no teníamos más pedal. Yo ya tenía el pedal
abajo y tenía que zapatear como un loco adentro del auto para que agarrara un
poco de freno. Y cortaba allá, por la loma, porque si me llegaba a pasar… El
peligro más grande era la recta larga y la curva de Mulssane. Ya pasando el
letrero de los 500 metros, que veníamos al mango, empezábamos a levantar y a
trabajar un poco con la caja y entrábamos con los justito, con lo justito”.
Para la estadística, José Froilán González-Maurice Trintignant
(Ferrari 375 “plus”) recorrieron 4.061,150 kilómetros a 169,215 km/h de
promedio. Además, Froilán estableció el récord de vuelta, en la 29ª, con
4m16s8/10, a 189,139 km/h.
Publicado por Raúl O Gattelet para deautosmotivo
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